Las cáscaras de limón suelen ser descartadas al consumir la fruta, pero poseen propiedades que las convierten en un recurso poderoso para la limpieza del hogar. Gracias a su faceta desengrasante, combinadas con vinagre, ofrecen una solución eficaz y natural para remover suciedad y grasa difíciles.

Usos de las cáscaras de limón en la limpieza

Según Eleonora Dubini, especialista en cosmética natural y aromaterapia, el aceite contenido en la cáscara de limón tiene propiedades excepcionales. “Es un desengrasante y disolvente natural y biodegradable que se usa industrialmente para motores, como disolvente de resinas y tintas, para la limpieza de asfalto, alcantarillas y la vía pública, y en general para eliminar suciedad profunda y grasa”, explicó. Estas cualidades lo convierten en una herramienta valiosa para la limpieza del hogar.

Al combinar las cáscaras de limón con vinagre, se obtiene un potente desengrasante natural. Este preparado puede usarse en diversas superficies de la casa para quitar manchas difíciles, dejando los espacios relucientes y libres de grasa.

Cómo preparar y usar el desengrasante de cáscara de limón y vinagre

Coloca cáscaras de limón en un frasco con vinagre.

Tapa el frasco y deja reposar la mezcla durante 15 días.

Una vez transcurrido el tiempo, filtra el contenido con un colador para separar el líquido.

Utiliza el desengrasante resultante en superficies difíciles de limpiar, aplicándolo con un paño.

Alternativas de limpieza con cáscaras de frutas

Las cáscaras de limón también pueden ser combinadas con bicarbonato de sodio para crear una pasta limpiadora ideal para heladeras y alacenas. Mezcla bicarbonato de sodio, agua y cáscara de limón o naranja, aplica la pasta en la superficie que desees limpiar, frota con un paño y retira los restos con un paño húmedo. Además de eliminar la grasa, este método deja las superficies brillantes y frescas.